Cuento, El Árbol de Marañón

El Árbol de Marañón 

Alberto es un niño que ama la naturaleza. Él cuida los árboles y las flores, porque atraen muchos pájaros y mariposas.

En casa de su abuelita, hay un frondoso árbol de marañón. Es su favorito en los días de vacaciones. Allí puede jugar con sus amigos al escondite, porque tiene muchas ramas para trepar y esconderse.

Cierto día, Alberto pasaba cerca de su querido árbol, y se sorprendió al ver que en el suelo había algunas flores. Pensó que habían caído del árbol, pero se dio cuenta que no eran iguales a las flores del marañón. Entonces se preguntó:

_ ¿Cómo llegaron hasta aquí?

Mientras observaba las flores, tratando de averiguar de dónde venían, un pájaro le contestó.

_ Algunas flores viajan con el viento. Son de otros árboles y cuando la brisa es muy fuerte, vuelan tan alto que van de un lugar a otro.

_ Muy interesante. _ Contestó Alberto_

Entonces yo quiero que aquí sople la brisa muy fuerte y se lleva las flores de mi árbol, por todas partes. Así, los niños tendrán árboles para jugar al escondite,

_ No creo que eso sea posible. _ Respondió el pájaro.

_ ¿Y por qué no? _Dijo Alberto.

_ Porque la semilla del marañón no está en sus flores, sino en sus frutos. Lo que pudieras hacer  es, recoger las semillas y hacer semilleros, para luego sembrar los plantones por todas partes. Así estarás reforestando la tierra.

_Empezaré enseguida a recoger semillas para hacer los semilleros.  _Dijo Alberto.

El niño así lo hizo y, al año siguiente, tenía más de cien plantones de marañón listos para sembrar.

Dato curioso

Se dice que el marañón es “la fruta de la memoria”, porque uno de sus beneficios es ayudar a desarrollar las funciones del cerebro.

Vielka Argelis Gutiérrez Domínguez

Vielka Argelis Gutiérrez D.

— Autor —

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *