La fábula es un relato breve, escrito en prosa o en verso, que se crea con la finalidad de educar a través de su moraleja.
La palabra moraleja (viene de moral) y es la enseñanza que generalmente aparece al final, al principio de la fábula, o simplemente no aparece, porque está inmersa en el mismo contenido de la historia.
Los personajes de una fábula casi siempre suelen ser animales que protagonizan situaciones dejando siempre un aprendizaje valioso.
Como dice el doctor Danilo Sánchez Lihón “Ellas son importantes porque unen poesía,
narrativa y educación. Son textos que enseñan y forman”
Esopo
Este género literario, se le atribuye a Esopo en la Grecia clásica. Este logra recopilar de sus ancestros, las primeras prosas y versos, y deja en cada una, sus enseñanzas. Que pueden ser de carácter moral, reflexivo, crítico, o didáctico.
En sus textos fabulados se encuentran mayormente sutiles enseñanzas infantiles y un hermoso estilo de reconocer los valores, virtudes y defectos en el comportamiento humano.
Las fábulas de Esopo, se utilizaban como un libro de texto en las escuelas. Su fábula «La cigarra y la hormiga» tal vez sea la más famosa y difundida en el mundo de la literatura infantil.
Es un relato breve porque apenas tiene dos párrafos. Sus personajes principales son dos animales antagónicos.
La hormiga, representando el trabajo y empeño, y
la cigarra, en representación de la pereza y el descuido.
Fedro
A Esopo, el más grande, le sigue Fedro el macedonio. Su nombre de pila Callo Julio Fedro, nace en la provincia romana de macedonia.
Recibió, una buena educación en Roma, aunque formó parte de los esclavos del emperador Augusto y, en esa condición, se hizo fabulista.
Aprovechó el sistema moralégico, para denunciar sus verdaderas críticas políticas y sociales.
Jean de la Fontaine
Sigue en el orden de los grandes, Jean de la Fontaine, fabulista francés; de profesión abogado educado en la escuela de oratoria católica.
Escritor de la literatura infantil, cuya área era las bellas letras en géneros de fábulas y cuentos.
Tomás de Iriarte
Otro gran fabulista de todos los tiempos es Tomás de Iriarte. Escribió fábulas cortas, en versos, con moraleja y críticas en el mundo del arte y la literatura,
Todas sus fábulas nos dejan enseñanzas, y son divertidas.
Entre sus obras podemos mencionar, El gusano de seda y la Araña. Allí, nos hace ver en donde hacer la reflexión, sobre la calidad de lo que se hace y no en el tiempo que se aplica en el hacer.
El pato y la serpiente, El Mono y el Titiritero, cuya moraleja nos enseña, que “sin claridad, no hay obrar, bueno»
Félix María Samaniego
Otro famoso de la fábula es Félix María Samaniego, de origen español. Al igual que Esopo en diferentes tiempos, fueron creadores de fábulas con la misma tendencia reflexiva de formación didáctica con preocupación hacia el mundo infantil.
Los que somos docentes, y hemos tenido la oportunidad de trabajar con niños de diferentes edades, nos hemos atrevido a escribir fábulas para ellos, de acuerdo con los contenidos que se desarrollan en cada nivel.
La siguiente fábula está protagonizada por tres animales
La abeja, el águila y el cuervo
Una abeja trabajaba
con esfuerzo y con empeño,
mas el cuervo se burlaba
de ese insecto tan pequeño
Sabiamente y con cautela
el águila le decía:
–No te acerques a la abeja,
que aguijonearte podría…
Pero el cuervo prosiguió
y la abeja, en un descuido,
con su aguijón le pinchó,
dejándolo adolorido.
Vielka Argelis Gutiérrez D.
Esta fábula, se puede aprovechar para la reflexión y análisis. Donde cada niño, sea capaz de sacar su propia moraleja. Porque la idea no es imponer una enseñanza. Sino que cada uno reflexione por sí mismo.