Antes, durante y después

Cuento corto

Había una vez un reino, en un país muy cercano, llamado Nananá.  En este reino todo era armonía, paz y tranquilidad porque sus súbditos se esmeraban en las labores del reino, para que éste marchara siempre por los caminos señalados por sus gobernantes.

Todos los 1 de Diciembre, los gobernantes del reino, tenían por costumbre graduar a sus ciudadanos, al cumplir sus 20 años de vivir en el reino. A los 25 años para compensar sus méritos, y a los 30 para afianzar su fidelidad.   La graduación consistía en la entrega de armas y el escudo del reino, como símbolo de agradecimiento por ser buenos ciudadanos.

Pero dicha felicidad no podía durar para siempre y cierto día, ésta se vio empañada por la decepción de uno de sus fieles ciudadanos.  Ocurrió que este ciudadano llegó a la mayoría de edad y estaba muy contento porque se iba a graduar y por lo tanto a recibir las armas y el escudo del reino.  Sorpresa para él, ya que se le anunció que ese año no podría ser porque solo tenía 19 años con 11 meses y 29 días  (ANTES) y que por lo tanto tenía que esperar al siguiente año.

Comprendiendo la situación y todavía un poco frustrado, aceptó que tenían razón y se consoló con esperar al próximo año.  Siguió siendo un buen ciudadano y laborando por la buena marcha de su querido reino, ya que para él eso era lo más importante.

Al año siguiente, sorpresa nuevamente, al llegar el 1 de diciembre y estar listo para recibir los honores, muy apenados los gobernantes, le anuncian que ese año, por motivos de austeridad en el reino, solo se honraría a los ciudadanos que cumplían los 25 años y que por lo tanto, aunque tuviera cumplido los 20 años (DURANTE)  se quedaría nuevamente sin graduarse y que quizá el próximo año, si todo marchaba bien, tendría su oportunidad.

Nuevamente triste y decepcionado, tuvo que aceptar las explicaciones y esperar a ver si el próximo año tendría más suerte.  Pese a todo esto, siguió con sus ideas que el reino era lo más importante y había que seguir adelante.

Llegó la fecha anhelada, ahora no había nada que pudiera empañar su graduación, (al menos eso creía).  Cuán equivocado estaba, ya que nuevamente no se podría graduar porque había cumplido 21 años de edad y la graduación solo se realizaba a los 20 años exactos y por lo tanto estaba pasado de edad (DESPUÉS)  Y ahora, pensó,  ¿“qué va a suceder más adelante, si cada año que pase, o estaré antes de la fecha o estaré pasado de edad”?

Nuestro amigo ya no sabía qué pensar; esperar a los 25 años (MÁS DESPUÉS) y de no tener suerte, quizá a los 30 años (MUCHO MÁS DESPUÉS) o de repente morir antes de alcanzar su meta deseada.  De todas maneras, de morir antes, deseó sus honores  aunque fuese  “POST MORTEN”.

P.D.  Las situaciones presentadas en este cuento, son solo producto de la imaginación del autor, por lo tanto, cualquier semejanza con hechos de la vida real, son solo coincidencias.

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Elías Ortega

— Autor —

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