El camino no elegido

¿Cuántas veces hemos expresado u, oído expresiones como: «no fue planeado»; «eso no era lo que deseaba»; «yo no quise ser o, hacer tal cosa»; «si pudiera volver el tiempo, sería todo tan diferente»; «él o, ella tomó ese camino porque quiso»?

Los seres humanos somos conscientes de dos cosas: pasado y presente. Del primero adquirimos experiencias y el segundo, nos resta vivirlo plenamente y con propósito porque, no sabemos qué vendrá después.

Mañana dependerá de las decisiones que tomemos hoy. El poeta norteamericano Robert Frost nacido en 1874 y fallecido en 1963, lo plantea en uno de sus más significativos poemas, que lleva por título: El camino no elegido. La vida es una sola pero nos presenta diversas situaciones que nos colocan en un punto de inflexión y nos obligan a decidir qué camino tomar, con sus respectivas consecuencias.

La Biblia también nos muestra una metáfora sobre dos puertas, una ancha, con un camino espacioso donde multitudes prefieren transitar, cuyo final es desastroso y, otra estrecha con un camino angosto, lleno de escollos y abrojos hirientes, pero con una exquisita recompensa si logramos cruzarlo.

El propio Frost tuvo ante sus ojos, en reiteradas ocasiones, vivencias que bien pudieron conducirlo a tomar el sendero equivocado y aunque sufrió mucho pudo ver la luz al final del túnel. Extraordinario referente en la poesía estadounidense del siglo XX por su calidad estética y su contenido humano y psicológico.

Les comparto la versión en inglés de, The road not taken y su traducción en español: El camino no elegido, del poeta estadounidense Robert Frost:

Two roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could

To where it bent in the undergrowth;
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;

Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.

Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.
I shall be telling this with a sigh

Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Apenado por la imposibilidad de tomar ambos,
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Observando uno de ellos tan lejos como pude,

Hasta donde se diluía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tomado quizás la elección acertada,
Pues era espeso y requería uso;

Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!

Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía regresar sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:

Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado
Y eso hizo toda la diferencia.

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Luis Carlos Serrano

— Autor —

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