O gato fez miau no quarto, em penumbra da vovó Ricarda.
Pulou da cama para o guarda roupa. Chicoteou o rabo e mostrou os dentes.
Será o que foi meu Deus _ falou a vó Ricarda.
Amedrontando a coitada, um rato correu pela parede. o gato enfezado pulou para dominá-lo.
A vó Ricarda falava muito e ninguém entendia.
Chegou a cadela cabocla para colocar ordem na casa.
O gato se acalmou no canto da cama. A cadela se postou com as patas ao chão, olhando firme para os olhos do gato.
O rato, ah! o rato sem cor definida, abrilhantou lá na praça dos 3 poderes. Nessa praça acolhe todos os ratos velhos e experientes na gatunagem. escondem nessa praça.
Lá não existe gatos nem cachorros para atrapalhar os ratos, acostumados a comer e roubar comidas dos outros bichos.
Era viernes 13
El gato hizo maullido, en la habitación en penumbra de la abuela Ricarda. Saltó de la cama para el armario. Azotó la cola y mostró sus dientes.
¿Qué será mi Dios? _ habló la abuela Ricarda.
Asustando a una astuta, rata que atravesó la pared. El gato saltó para atraparla.
La abuela Ricarda habló mucho, pero nadie la entendió.
La perra también llegó para poner orden en la casa.
El gato se calmó en la esquina de la cama. La perra se colocó con las patas en el suelo, mirando con firmeza a los ojos del gato.
¡La rata, ah! el ratón sin color establecido, iluminado allí en el cuadrado de los 3 poderes.
En esta plaza da la bienvenida a todas las ratas viejas y experimentadas en el «gatunagem» que se se esconden en esta plaza.
No hay gatos o perros para molestar a las ratas, acostumbrados a comer y robar comida de otros animales.