«Nadie ama a su patria porque sea grande, sino porque es suya.»
Séneca
«Yo no vendo mi Patria»
«Yo no vendo mi patria», lo aprendí de un ilustre
Mateo Iturralde, en la frase pronunciada.
“Yo no vendo mi patria” aun cuando se frustre,
o esconda los pasados, que broza es olvidada.
Oscuros los escombros de un país fecundo,
infame la historia que de un sitio habló.
Tierra de ilustres Panamá profundo,
un hombre con coraje a ti te defendió.
Ricos y pobres sin distinción alguna.
Razas y etnias, sin discriminación,
a todos ayudaste sin mirar fortuna
logrando la unidad de toda una nación.
¿Dónde están tus triunfos, Mateo recordado?
Están en cada día de la justicia ciega,
en cada pensamiento del Panamá anhelado
en esa frase tuya, que a mi mente llega.
“Yo no vendo mi patria” porque ella es mía
“Yo no vendo mi patria” porque allí nací.
“Yo no vendo mi patria” porque sé que un día
la voz de la justicia, oirás con frenesí.
Mateo Iturralde de la Vega, Nació en Panamá un 21 de septiembre de 1821 y falleció el 22 de julio de 1895. Estudió medicina en la Universidad de Quito. Al terminar sus estudios, regresó a Panamá y ejerció la carrera de manera gratuita. Sus pacientes eran los niños, los pobres, y los más necesitados. Nunca recibió compensación económica. Esto lo hizo merecedor del título,
«El médico del pueblo». Pasó a la historia por su frase: “Yo no vendo mi patria”
2 Comentarios
Los grandes hombres de cualquier lugar del planeta han dejado frases que son imperecederas, y todas ellas nos dejan un legado, en mi tierra la República Oriental del Uruguay, nuestro héroe Dn José Gervacio Artigas nos legó la misma idea en distintas palabras » Yo no vendo el rico patrimonio de los Orientales , al bajo precio de la necesidad » Loas a los grandes Héroes de América. Inmortalidad en la historia a Mateo Iturralde de la Vega, héroe de la República de Panamá.
El espíritu de patria ha sido despatriado por los gobernantes peseteros que solo piensan en engordar sus cuentas bancarias mientras la pobreza abriga al pueblo oprimido por el hambre y la misería extrema.