Cuento: La pajarita y su nido

En medio de la estación lluviosa, una hermosa avecilla decidió hacer su nido con paja y ramitas, sobre el tallo de una penca de palmera.

Al parecer era un zorzal, de acuerdo con las características que presentaba.
No se podía definir con exactitud qué tipo de ave era, pues estaba un poco lejos.

Su nido estaba casi superpuesto sobre la penca. Nadie podía imaginar cómo iba a sobrevivir a las torrenciales lluvias. Las tormentas eran aterradoras aún para el humano.  Pese a todas las inclemencias naturales se instaló en su aposento.

Pero, la naturaleza es benévola con sus criaturas, y durante los aguaceros, una hoja del tallo de bananos, se inclinó por encima del nido, protegiendo un poco a la pequeña ave con sus huevos.

No se sabe si en algún momento se levantó a alimentarse, porque permaneció allí cuidando su nido varios días, sin moverse.

Al otro extremo del patio donde estaba su nido, cantaban aves de su misma especie como queriendo distraer a los depredadores que estaban en asecho.

Era una verdadera lección de supervivencia, dedicación y de adaptación.

Luego de varias semanas, aún permanecía en su nido. Los aguaceros siguieron cayendo sobre su frágil cuerpo. Pero ella seguía allí casi inmóvil cuidando su nido.

Cierto día, se observó que una pequeña cabecita se asomaba debajo de sus alas. Era un pajarito que había nacido.

Ella lo cuidó hasta que aprendiera a volar. Y así fue. No se supo en qué momento ambos levantaron el vuelo, dejando el nido vacío.

Pero, lo que sí se pudo destacar, fue la enseñanza que esta pequeña ave fue capaz de brindar.

Sabías que…

Los polluelos están listos para salir del nido a los 13-14 días.
Dependiendo del tipo de ave.
Algunos tardan unos días más y otros menos.
Pero todos, en torno a 21 días como máximo.
Teniendo en cuenta el tiempo de incubación que lleven.

¿Te gustan los pajaritos? ¿Te ha gustado el cuento?

Vielka Argelis Gutiérrez Domínguez

Vielka Argelis Gutiérrez D.

— Autor —

2 Comentarios

  • Ricardo

    Que tierno!!! y con el valor y cariño incondicional de la madre. Hermoso.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *