(20 de diciembre)
No se escribe con sangre inocente
la justicia de un pueblo, que ardió
y llorando su luto silente
un calvario Panamá vivió.
Por un hombre tiñeron de rojo
una noche en un grito perdido
Inocentes pagando el antojo
del poder que llamaron destino.
¿Era justo que el suelo que amamos
doblegara ante manos ajenas?
¡Noooo!
no fue justo que el istmo que honramos
por el peso brutal, tuvo penas.
No olvidemos jamás esa herida
no dejemos que el tiempo la apague
porque un veinte, nos marcó la vida
y en diciembre su memoria indague.
Injusto momento, el pueblo aclama
¿«causa justa»? fue un hecho inhumano
la patria llora, su voz reclama
¡la historia juzgue, aserción en mano!