La Educación y el Aprendizaje

Creo que la función de enseñar comprende el arte de ensamblar el conocimiento al amor, pues sin amor a la cátedra y al alumno, no hay paciencia ni gozo ni armonía.
Es verse en el reflejo de la pupila del alumno ayudando a ser en él lo que el maestro es un guía y no un enemigo.

No es imponer sendas tareas a costa de un yugo. Sino analizar esa profunda percepción de las calamidades sociales, para crecer en la afectividad que como seres humanos se nos es dada a través de la empatía. 
Así debe transmitirse el conocimiento, por el hilo conductor en que se desarrolla la vida porque en este viaje no hay metas inconquistables sino, el estado de desesperanza que merma el sueño de crecimiento de los más débiles.

Como lo expresó en su momento el ex presidente de la República del Ecuador Jaime Roldos Aguilera:

“Yo creo que enseñar, transmitir conocimientos, es identificarse, es irse realizando, el profesor ayudar a realizarse a otros.
La educación es siempre superadora;  el hombre en la medida en que se va cultivando va dejando la animalidad irracional para dar precisamente un fundamento a su racionalidad; el maestro que ayuda a transmitir conocimientos que más que informar porque en esto también tengo mi criterio opino que el maestro tiene que ser formador que está cooperando en la especie humana a que el hombre sea lo que debe ser.
Creo igualmente que en la medida que el hombre a través de la educación va dominando sus pasiones el hombre se va sublimando y esto es muy importante. Siempre he sido muy partidario de la solidaridad humana y de la comprensión; por lo común soy un enemigo a ultranza de los enfrentamientos”.